Un 98% de los jóvenes ha sufrido violencia sexual en internet cuando eran menores, según Save The Children
- Un tercio ha sufrido grooming, el contacto de adultos a menores con fines sexuales, según una encuesta a mil jóvenes
- La ONG alerta de que uno de cada cinco fueron víctimas de deepfakes, falsas imágenes sexuales creadas con IA
La violencia sexual contra los menores en internet es un fenómeno mucho más generalizado en España de lo que se cree, según Save The Children. Un 97,9% de los jóvenes encuestados por la organización afirma haber sufrido algún tipo de violencia sexual en entornos digitales cuando eran menores de edad, tal y como muestra su informe Redes que atrapan, publicado este martes.
Según los datos oficiales proporcionados por el Ministerio del Interior, en 2023 se registraron en España 4.896 denuncias por delitos cibernéticos contra niños y adolescentes, de los cuales 1.068 correspondían a delitos sexuales. Pero para la ONG, estos números son solo la "punta del iceberg", ya que la mayoría de casos o bien no se denuncian o bien no se detectan, algo muy frecuente en internet.
Pero la encuesta realizada por Save The Children, con una muestra de 1.000 jóvenes de entre 18 y 21 años, muestra que la violencia está mucho más extendida. Esta se puede dar de distintas formas y algunas de las más habituales son el contacto por parte de adultos con fines sexuales (grooming), el envío de mensajes con contenido sexual explícito (sexting) sin consentimiento o la difusión no autorizada de contenido íntimo.
También se dan distintos casos de abuso y explotación sexual en línea, como el consumo, producción y difusión de material de abuso sexual infantil (la mal llamada "pornografía infantil", según la organización); la sextorsión, en la que los menores son coaccionados para enviar material íntimo; el uso de herramientas de IA para crear este tipo de contenido y la exposición involuntaria a contenidos sexuales.
Uno de cada cinco han sido víctimas de deepfakes
La era digital "ha amplificado riesgos ya existentes" para la infancia y adolescencia, pero al mismo tiempo ha generado "nuevas formas de violencia", señala el informe. Una de ellas son los deepfakes, creaciones con inteligencia artificial a partir de imágenes reales, y que en muchos casos se usan para generar falsos desnudos.
Uno de cada cinco jóvenes encuestados ha sido víctima de estas "ultrafalsificaciones": alguien ha compartido falsas imágenes suyas sin ropa creadas por IA, siendo menores de edad y sin su consentimiento. El caso que tuvo lugar en un instituto de Almendralejo, Badajoz, en 2023, puso el foco sobre este problema de reciente creación: unas 30 estudiantes de entre 13 y 14 años fueron víctimas de la creación de deepfakes sexuales por parte de menores de su entorno y de su misma edad.
Sin embargo, los jóvenes no son conscientes del peligro de este uso de la IA. Un 70% no consideran un riesgo percibido durante su infancia la manipulación de fotos o vídeos mediante inteligencia artificial, lo que demuestra que es necesario "seguir concienciando sobre este riesgo y sus consecuencias", apunta el informe.
Presionados para enviar contenido sexual
El informe aporta ejemplos que muestran la situación de vulnerabilidad y culpabilidad a la que se enfrentan niños y adolescentes. Lucía López, educadora de Save the Children en Alicante, detectó un caso de este tipo en los programas que la organización desarrolla en la ciudad: "Una adolescente de 12 años me comentó que estaba siendo amenazada por una persona que le decía que, o compartía un vídeo con contenido sexual o publicarían unas fotos de ella desnuda, creadas con Inteligencia Artificial".
Según López, la niña "sentía que ella había propiciado esa situación" y "en todo el momento creyó que la culpa era de ella". "Si tuviera que lanzar un mensaje a algún niño o niña pasando por la misma situación, le diría lo primero que no se sienta culpable de nada, que es la víctima de la situación, haya o no compartido fotos o vídeos de contenido sexual", afirma.
En el caso de esta niña se suman los deepfakes y la sextorsión, una dinámica también muy extendida: un 26% de los encuestados indica que han sido presionados para enviar contenido íntimo o sexual, un 20% ha sufrido amenazas o chantajes para mostrar contenido de este tipo y casi el mismo porcentaje fue amenazado o chantajeado con la difusión de estos materiales. El fenómeno lo sufren más las chicas (un 28,5%) que los chicos (un 18,4%).
En muchas ocasiones el contenido lo generan y difunden los menores voluntariamente, tal y como afirman haberlo hecho un 27% de quienes han respondido a la encuesta. Pero incluso cuando se realizan de forma voluntaria, "estas conductas plantean riesgos, pues una vez compartido el contenido escapa al control de quien lo genera, abriendo la puerta a múltiples formas de victimización", ha advertido Catalina Perazzo, directora de Influencia y Desarrollo Territorial de Save the Children.
Así, más del 65% no perciben como un riesgo el envío o reenvío de imágenes de este tipo, y cuando se les pregunta por los motivos por los que compartieron imágenes íntimas de sí mismos, casi la mitad asegura que no sabían que podía ser peligroso.
El grooming lo practican más los jóvenes (y no siempre desconocidos)
En cuanto al grooming, o el contacto con fines sexuales por parte de un adulto con un menor, el informe también constata una importante brecha entre los datos oficiales y los que registra su encuesta. En 2023, el Ministerio del Interior registró 525 denuncias por hechos relacionados con estas dinámicas, un incremento significativo respecto a las 408 del año anterior.
Sin embargo, la encuesta muestra que la magnitud del problema es mayor: el 33% de los jóvenes habían tenido contacto con una persona adulta con fines sexuales en el entorno digital. La mayoría se han visto abordados a través de redes sociales como Instagram (68%) o X (44%) o de aplicaciones de mensajería como WhatsApp (48%). Destaca también el contacto a través de juegos en línea y streaming (44%).
Sobre el perfil de los agresores, los datos de Interior muestran que la mayoría son hombres (el 93,4% de los detenidos e investigados por delitos de grooming en 2023 en España); la franja de edad más común es la de 18 a 25 años; no ocultan su identidad, lo que puede generar una "falsa sensación de confianza"; y no siempre son personas desconocidas (el 35% de los casos pertenece al entorno cercano de la víctima).
Medidas de protección a los menores en internet y más educación
Para poner fin al abuso, la organización reclama reforzar la protección en línea de los derechos de niños y adolescentes en la futura ley de protección de menores de edad en entornos digitales, actualmente en tramitación. También piden incorporar al currículum escolar la educación en el uso seguro y responsable de las tecnologías y mejorar la educación afectivo-sexual desde edades tempranas, así como formar a los profesores en la materia.
Consideran asimismo fundamental la creación de campañas dirigidas a los menores y a sus familias "para concienciar sobre riesgos asociados a la explotación en el entorno digital" y "actuar frente a la normalización de determinadas conductas de riesgo".
Lanzan, para finalizar, una reflexión para los adultos. El terreno digital no es "neutro", por lo que es necesario pensar "sobre nuestros comportamientos, particularmente en las redes y otros espacios a los que también tiene acceso la infancia y la adolescencia", así como "las narrativas que reproducimos sin cuestionar," y dinámicas que normalizamos como "la hipersexualización, los estereotipos de género o la cosificación del cuerpo". El ejemplo que damos a la hora de compartir información o "imágenes que no nos pertenecen" es clave para los menores.