Isabel Allende cierra un círculo con su legado y su memoria en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes
- Un manuscrito, una carta, dos libros y varias fotografías descansan en la caja 989
- La autora en español más traducida ha sido investida doctora honoris causa por la UIMP


La escritora chilena más universal, Isabel Allende, ha depositado buena parte de su memoria personal en su legado en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes. Narradora infatigable, feminista convencida y fenómeno superventas, sus libros se han traducido a más de 40 idiomas y ha vendido millones de libros en todo el mundo.
En la caja de seguridad 989, Allende ha dejado varios objetos y fotografías "muy significativas" porque han marcado "diferentes momentos" de su vida. Un volumen de La casa de los espíritus, cuya portada sigue siendo "moderna" y se ha repetido en las ediciones conmemorativas de los 25 y 40 años del libro. También la segunda copia del manuscrito de esta novela, con las correcciones incorporadas de la autora.
Otro libro crucial para Allende es Paula, dedicado a su hija fallecida, y también ha querido guardar un ejemplar. Paula ha acompañado en el duelo a muchas personas y ha conmovido profundamente a otras. A día de hoy, sigue recibiendo cartas de lectores por lo que ha incorporado una al legado. Asegura que "han pasado 32 años y sigue estando presente en mi vida como libro. Y el espíritu de mi hija también".
Legado de Isabel Allende para la caja 989. EFE/ Daniel Gonzalez
Un manuscrito, una carta, dos libros y numerosas fotos han quedado custodiados en el Instituto Cervantes. Una imagen de Allende con su madre, con la que llegó a intercambiar más de 24.000 cartas, o fotos de la escritora acompañada del Dalai Lama o con Obama al entregarle la medalla de la Libertad, el más alto reconocimiento civil en Estados Unidos.
Mujer cosmopolita, hija de un diplomático, a sus 82 años sigue en plena forma y presume de las fotos con Jeremy Irons, Meryl Streep, Glenn Close, Winona Ryder, Vanessa Redgrave y Antonio Banderas, el reparto de lujo de La casa de los espíritus. Una historia sobre la que se está rodando una serie con localizaciones e intérpretes iberoamericanos. Allende vuelve a recuperar la saga de los Valle en su última novela Mi nombre es Emilia del Valle.
Periodista y dramaturga
Curtida en las armas del periodismo, fue redactora en una revista femenina en la que elaboró reportajes, entrevistas y tenía una columna fija de humor. También dirigía una publicación infantil, escribía cuentos infantiles, intervenía en televisión e incursionó en el teatro con obras como El embajador, La balada del medio pelo y La casa de los siete espejos.
El éxito arrollador de La casa de los espíritus, escrita en Venezuela desde el exilio, allanó el camino para sus dos siguientes novelas: De amor y de sombra y Eva Luna. En 1988 emigró a Estados Unidos, donde publicó Cuentos de Eva Luna y El Plan Infinito.
La tragedia golpea a la escritora en 1992, año en el que su hija Paula muere con solo 29 años, tras estar en coma varios meses por porfiria, una enfermedad metabólica. Allende pasó dos años de duelo, dejó de escribir y volvió con Paula, una novela autobiográfica y epistolar dedicada a su hija. En 2007, la recordó de nuevo en La suma de los días, libro en el que narra a su hija la historia de su familia a partir del momento de su muerte.
Autora prolífica, Allende suele publicar un libro al año y empieza siempre a escribir el 8 de enero. En sus relatos mezcla ficción y realidad, su imaginación, documentación histórica y vivencias personales o de seres cercanos. La memoria, el imaginario iberoamericano, la historia, el amor y las mujeres fuertes pueblan sus novelas.
La escritora con parte del elenco de 'La casa de los espíritus'. EFE/ Daniel Gonzalez
Censurada en Florida
Allende ha visto prohibidas dos de sus novelas por las autoridades de Florida, algo que ella considera "un honor". Se trata de La casa de los espirítus que incluye sexo, homosexualidad, aborto y prostitución y Más allá del invierno que menciona de pasada a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales.
Sin miedo a cambiar de registro, se ha lanzado a la novela negra con El juego de Ripper, también ha dedicado su pluma a la literatura juvenil, con la trilogía de aventuras Las memorias del Águila y del Jaguar, y ha vuelto a sus orígenes con el cuento Perla, la súper perrita.
Ha transitado los caminos de la novela histórica y las sagas familiares, pero reconoce que nunca ha escrito una novela erótica por respeto a su madre que "se moriría de verguenza". Su progenitora falleció con 98 años y apunta que, a estas altura de la vida, ya no le quedan "ganas, ni hormonas" para abordar ese reto literario.
La autora también ha recibido otro reconocimiento este jueves. La Universidad Internacional Menéndez Pelayo ha investido a Isabel Allende como doctora honoris causa en el salón de actos del Instituto Cervantes.
La escritora chilena ha terminado su breve intervención sobre el legado afirmando que "si uno vive lo suficiente, los círculos se cierran."